Los sueños duran entre 10
y 30 minutos, aunque en su interior la percepción del tiempo varíe. Al
terminar un sueño volvemos al estado de sueño lento y sincronizado, y de nuevo
repetimos todo el proceso cada hora y media aproximadamente.
Durante una noche de 9
horas podremos tener hasta seis sueños de manera independiente. Eso sí, solo si
nos despertamos durante esta fase REM podremos recordar el sueño que estábamos
viviendo, los anteriores son borrados.
Ahora bien, se sabe
muy poco sobre para qué sirve soñar y dormir. Se sabe que es necesario, ya
que al pasar más de dos días seguidos sin dormir nos encontramos más irritables
y nuestra capacidad intelectual disminuye.
También se ha probado que
los sueños son importantes para consolidar la memoria y que pasar una noche sin
soñar (despertando a la persona cada vez que llega a la fase REM) hace que
recordemos peor los eventos del día anterior. Todos estos estudios buscan
hallar la función del sueño, pero no dan información sobre el origen de su
contenido. Dicho de otra manera, ¿por qué soñamos lo que soñamos?
La primera opinión al
respecto fue la de Sigmund Freud, comentada en su libro “El
significado de los sueños“. En él cuenta que los sueños expresan los
deseos más prohibitivos de la persona y que necesitaban ser interpretados
para descubrir los problemas psicológicos del paciente.